Enamorado por Jose Cacciabue

¿Conociste alguna vez una persona, que cada vez que te encontras con ella, pasas momentos demasiado entretenidos, que no querés que termine nunca? Sin embargo siempre algo te corta esos instantes de alegría y no ves las horas de verla de nuevo para terminar lo que empezaron.
Primero es tu amiga, tu concejera, su consejero, un ayudar mutuamente en todo momento y a medida que esto sucede, te pones a pensar en cuanto la querés, se lo contas, y te responde con un, “también te quiero”. En ese momento sentís una sensación en todo el cuerpo, como si fueses felicidad pura. Después de sentir esto te dan más ganas de estar junto a esa persona, que es tu fuente de alegría, por la cual darías tu vida para tenerla siempre a tu lado y en todo momento.
Te das cuenta que esa felicidad pura que sentiste y que sentís, cada vez que la vez, es amor, pero no te animas a decirle que te enamoraste de ella, por miedo a una reacción negativa, que provoque que esa amistad cambie y no se vuelva a tener esa confianza mutua que sentían antes.
Pero por otro lado, puede haber una respuesta muy positiva para ambos, que con el correr del tiempo puede tener ciertas inclemencias, y llevar a que termine, pero si se es cuidadoso y se trata la situación con entendimiento, la relación nunca se terminara y continuaran los momentos de felicidad compartida.