miércoles, 13 de agosto de 2008

Ella - Francisco Mateo

Ella
no llega, no viene a buscarme.
Su musgo me corroe la ingle.
Sabe. Demasiado sabe.
Ahogo mis vísceras
en un río de flemas.
Me teme. Sé que me teme.
En mi vientre
rompen los espasmos.
Sabe. Sabe demasiado.
Trasvaso mis sudores
a sus poros.
Me niega. Sé que me niega.
En mi pecho
un tizón de pezones.
No me desea. Me olvida.
La boca multiplica
los ecos del gemido.
Sabe. Sabe demasiado.
Mi empeine basamenta
el arco violento de su planta.
Ella...
¡Ábrete, mi bien,
que deseo encontrarme!
Hay un algo
de carne derretida.
¡Ábrete, mi bien,
que tras la cópula
me espera
un fin de jornada!
En mis dedos
sus vértebras trepidan.
Sabe. Demasiado sabe.
¡Que mi paz
vive en la encrucijada
de su sexo...!
Ella
no llega, no viene a buscarme.
Mas, no volveré.
Mi orgullo...No la quiero tanto.

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