viernes, 29 de octubre de 2010

Cuadernos vacíos, chela y Castro

Noche de Agosto, la puta que te parió, andate.

Ni la ventana se abre, ni aire se respira.
Ni pa´ festejar se encuentra ya por acá.

Se vuela hasta Ramón Falcon.
Se mete la maceta detrás de la muela y coquiamos tierra pero (de) enserio.

Noche de Agosto, la puta que te parió, pasa ya.

Frío mentiroso, calor de dos días. Sábana, frazada, y otra, pero, no tanto. Muchas comas, poco punto y coma.
Frío marrón y amarillo. Seca (de) enserio. Yo le creo, enfría y seca. Comprobado.

Noche de Agosto, la puta madre que te re parió, acabá.

¿Al menos dejó soñar? No, ni eso.
¿Al menos sugirió algo? Tampoco, ni vendaval, ni voz.

Noche de Agosto… de Solo Estar…

Digo, decía, voy a decir, que… Ahí bajaba, ahí subía, una palabra tras otra. Raras combinación de detalles que giran, tiempos de caucho. Bonito, sí. Y la reminencia, el olor todavía pegado. Ese cantar del título subrayado en tonito que llama. Gracias Manuel J., Gracias Polonia. Carajo que linda sorpresa. Como bebida pal ebreo, como agua en noche de crudo, queso y manteca.

Al final, Noche de Agosto, algo tenías.. quedate, un rato más. Que de ese arrebato, inesperado, algo tiene que salir. Que ya suena el agite desde adentro y (de) enserio.

---

Bueeee.. no, no, no, no. ¿Eh? Salú che.

No hay comentarios: