Sé que estas herido, veo las lágrimas rojas caer de tu cuerpo; eres patriota herido, dolido, sufriente… ¿Para qué vivir, si ya nada es bueno?
Hombre de gloria fueron los anteriores, aquellos que nos precedieron, los próceres que forjaron las bases para que hoy vivas en libertad, puedas pensar, decir, hacer… Y vos, ¿Qué hiciste?
Hoy te despiertas, ¿y para qué? El león ruge, pero no domina la manada, el tren avanza pero no llega a destino, y si el tiempo avanza, es curioso que las manecillas no se muevan…
Héroes, parece, ya no nacen, pues héroes no hay. ¿Quién es digno de entrar en la historia? ¿Quién debe ocupar el busto de una plaza y dejar su marca para la posteridad? Los próceres olvidados y sus legados despreciados.
Acuérdate de los hombres de gloria, los de Mayo, que hartos de algo sin sentido, giraron la rueda, “viejo amo o ninguno”, y desde ahí, “ni Dios ni amo”. Revolucionarios aquellos que en carreta marcharon al Tucumán, como las aves que vuelan a la puerta de la jaula para escapar. Ostentoso ruido de rotas cadenas ayer, y hoy, ruido de vacías cacerolas.
El pueblo queriendo saber de qué se trata, siempre presente el pueblo. Reclamose el saber, el informar, la libertad. Y hoy exigir una miga de pan, un poco de seguridad, pues ya no queres saber de qué se trata, ya ni te interesa, ya es tarde para cambiar tu voto…
Ni miraste tu pasado, para darte cuenta de los errores que ya hiciste y no aprendiste, sino que repetiste.
Ya la historia escrita nos atormenta, nos atormenta porque no aprendimos de los errores. No me digas que no te gusta la historia, en todo caso, no te gusta tu historia.
Ya es hora de empezar a escribir la historia, que esta camine a nuestro lado; en pasar a una nueva hoja, donde lo que escriba, lleve a tus protagonistas puedan tener un final feliz, para que estés con conciencia limpia, de que obrás y actúas por el bien.
Autor: Juan Víctor Anachuri Macías
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