lunes, 25 de julio de 2011

Historia de un poeta

Hubo un tiempo en el que yo fui poeta

hasta volverme loco.

Con los versos de mi alma, a mi días

los pintaba del color que yo quería.


Pero un día gris me vinieron a buscar

para encerrarme en un manicomio.

Es que empecé a protestar

que en mi país falta justicia y pan.


Me obligaron a tomar tantas pastillas.

Pensé que allí todo terminaría.

Con una enfermera nos amamos,

soñamos con volar y nos fugamos.


Y empezamos a vagar por tantos barrios alejados.

Prófugos, condenados.

Nos acusaban de incitar,

con nuestro amor, a la libertad.


Tantos años, tanto tiempo, tanto daño,

ella y yo jamás nos separamos.

Hoy llevamos una vida tan distinta,

trabajar de albañil es mi poesía.


Hace pocos días me cruce con un fantasma,

aquel que mi protesta le molestaba.

No me reconoció por mi cara demacrada,

y me pidió que en su campaña lo apoyara.


A lo largo de la historia cuantas voces se habrán perdido,

de esas que defienden los sueños del abismo.

El sol ya esta por salir.

A ella y el bebe los veo dormir.

Siempre hay un mañana que nos llama a construir.




Autor: Silvio Marquevich

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