martes, 19 de julio de 2011

Speech del día

Ahí está él, siempre pequeño e inocente. Sentado en un rincón, solo, sin quien lo escuche.

¿Qué pasa niño? ¿Qué pasa? ¿Por qué lloras? ¿Por qué estas así?

Sin decir nada, el duendecillo se dió vuelta y me miró… Tenía una pequeña pero fuerte mirada. Mirada de cristal que penetraba en lo más profundo del corazón.

En sus ojos se veía TODO… En sus ojos se transmitía mucho dolor y soledad… En sus ojos sólo había tristeza… En sus ojos… En sus ojos…

Justo ahí cayeron más lágrimas que parecían danzar en sus mejillas. Esa mirada desolada comenzó a brillar de la emoción.

¿Qué pasa niño? ¿Por qué sigues llorando?

Desde aquel oscuro rincón él se levantó, corrió hacia mí como un torbellino, me abrazó fuertemente y, extrañamente, sonrió.

¿Qué pasa niño? ¿Crees que te olvide?

NO…

Sé que el tiempo nos alejó, sé que el tiempo pasó rápido, sé que el tiempo me separó de vos; pero no te olvidé, no... ¿Cómo olvidar que siempre estuviste ahí y que, lamentablemente, no te escuche? ¿Cómo olvidar que vos, pequeña criatura, me diste tantas alegrías? ¿Cómo?

Yo no te olvidé, vine a buscarte ¡Por eso estoy aquí! Y sé muy bien que todos ustedes tampoco lo olvidaron. Quizás se alejaron de él por un tiempo, pero está ahí esperando por ustedes. Búsquenlo, acompáñenlo. Acompáñenlo y ámenlo.

Él los necesita y ustedes lo necesitan a él. No lo dejen atrás, que no quede en el olvido…

Porque yo no lo olvide… ¿Y ustedes?



Emilia Gauna (Lic. Publicidad)

No hay comentarios: