miércoles, 12 de mayo de 2010

Pasatiempo, Mario Benedetti


Cuando éramos niños
los viejos tenían como treinta
un charco era un océano
la muerte lisa y llana
no existía

luego cuando muchachos
los viejos eran gente de cuarenta
un estanque era océano
la muerte solamente
una palabra

ya cuando nos casamos
los ancianos estaban en cincuenta
un lago era un océano
la muerte era la muerte
de los otros

ahora veteranos
ya le dimos alcance a la verdad
el océano es por fin el océano
pero la muerte empieza a ser
la nuestra.

1 comentario:

Lucila Lastero dijo...

qué linda poesía sobre el paso del tiempo... a veces vemos más el tiempo en los demás antes que en nuestros propios pliegues .. Pero al fin y al cabo hay que entender que todos somos iguales y vamos hacia el mismo lugar.