¿Cómo imaginas tu vida si no existieran los problemas? ¿Cómo sería para vos la vida perfecta? Uno acostumbra a pensar que la vida como esta, está bien. Sin embargo, si te pones a pensarlo, seguro realizarías mentalmente varios cambios en ella. Aunque, por supuesto, esos cambios no superarían el plano imaginario. ¿Por qué? No lo sé. Mediocridad o tal vez mero conformismo. Quizás nos acostumbramos a las famosas pastillas para no soñar. Nos creímos el versito de que todos los problemas se solucionan solos. El de que el tiempo lo cura todo. El de que nuestro destino está escrito. ¡Pero basta! Por favor, basta! Yo no quiero acostumbrarme a este vacío. Yo estoy absolutamente convencida de que me espera algo más que esta rutina. ¿Y a vos, qué te espera? Somos los escritores de nuestro destino. Tenemos todas las armas para manejar el curso de nuestras vidas. No nos quedemos quietos, VOS, no te quedes quieto. Te espera alguien, te espera algo. No dejemos que nos bajen los brazos, que nos cierren la boca, que nos quiten las ganas, que nos duerman sin sueño. La vida no se trata tan solo de formar parte de algo, sino más bien de sentirse parte de algo. No es solo cuestión de encontrar a él o la que vuela, sino de aprender a volar. No solo soportar la caída, sino lograr levantarse. Por eso salí, soñá, sentí, sufrí, viví, como decía Benedetti: No te salves!, no te salves… y si te salvas, no te quedes conmigo.
Autora: Estefanía Antonelli
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