Ahí está. El poderoso tiene la palabra. Sabemos que las ballenas nadan en contra de la corriente, por la disposición de sus aletas frontales… ¡Bravo! Del saber vienen las grandes personalidades. Olvidémonos de todo lo demás. Desde hoy (desde no sé cuando) el saber controlará el respeto, la aceptación, la posición, la admiración. Pobre de aquel que no sepa. Bendito quien tiene la palabra, divina.
Anochecer de un día cualquiera, un grupo de individuos comparten miserias ajenas sin preservarse. Escupen complejos propios despersonalizados o corporizados en el ajeno. ¿Quién da más? Como en una subasta se reparten el odio de los impacientes comensales. Todo el mundo quiere cocinar, nadie comer. Todos son Dumas, nadie uno mismo.
El saber todo lo cubre. Todo lo transforma en lo único. Es totalmente abarcativo y nefasto dominador. No por su propia naturaleza noble, importante, jerárquica y común, sino por la utilización que recibió a lo largo de los años. ¿Quién sabe más? Que nos cuente. Y si no sabe, que lo figure como tal. No es necesario escuchar ambigüedades o supuestos, ya pasó esa época. Camino a la tumba de los sentimientos y la valentía parece dirigirse el hombre con ese pensamiento.
Es más fácil, podría pensarse. Más fácil hablar de saber que de Amor. Más fácil hablar de saber que de odio, que de preocupaciones, que de miedos. Más fácil e incluso más llevadero. Para miserias tenemos las ajenas que son siempre más fáciles de recordar y hacer recordar. La valentía del Amor queda marginada a los tontos melancólicos, los sensibles. De eso no se habla en ningún lado. Amor no existe. Cosa pasajera. Insignificante. Como si fuera un dato nos referimos al Amor ultrajado y temido. La pureza de un sentimiento único queda relegada por una nueva contienda, un nuevo entretenimiento, una nueva musa (de presiones internas, deseos exaltados y temperaturas elevadas hablo) ¿Será miedo a enfrentarlo, real desinterés profundamente triste, falta de conocimiento, rechazo, o qué otra circunstancia? Fácil sería saber la respuesta. También irónico.
Los saberes importantes se transforman poco a poco en enfermedades. X resulta ser un loco por saber cómo disponían de sus riquezas los primeros burgueses ingleses, gracias a qué medio productivos tuvieron su primer impulso, quienes fueron sus principales enemigos, a quien vencieron, etc. Pero Y es realmente admirado por su conocimiento en el arte de repetir lo adquirido en no más de cinco minutos reloj. ¡Diario!
De saberes chicos vive el mundo.
1 comentario:
de sabares chicos vive el mundo....
es verdad, es mucho más fácil hablar d lo ajeno q d lo nuestro
muy bueno tu speech....d verdad
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